sábado, 18 de octubre de 2014

Disfrutar de la vida




 Un hombre rico y emprendedor se horrorizó cuando vio a un pescador tranquilamente recostado junto a sus barca contemplando el mar y fumando apaciblemente su pipa después de haber vendido el pescado.
-Por qué ? no has salido a pescar? le preguntó el hombre emprendedor.
-Porque ya he pescado bastante por hoy..¡ -respondió el apacible pescador.
-Por qué? no pescas más de lo que necesitas?
-Insistió el industrial.
-Y qué iba a hacer con ello? -preguntó a su vez el pescador.
-Ganarías más dinero. Fue la respuesta. podrías poner un motor nuevo que haría más potente a tu barca.
Y podrías ir a aguas más profundas y pescar más peces. Ganarías lo suficiente para comprarte unas redes de nylon, con las que sacarías más peces y más dinero. Pronto ganarías para tener dos barcas. Y hasta una verdadera flota. Entonces serías rico y poderoso como yo.
-Y que haría entonces? -preguntó de nuevo el pescador.
-Podrías sentarte y disfrutar de la vida respondió el hombre emprendedor.
-Y qué crees que estoy haciendo en este preciso momento? -respondió sonriendo el apacible pescador.
¡eso es precisamente lo que hago!
Contentarse con la vida que Dios nos ha concedido es disfrutar la mayor de las riquezas.
I Timoteo 6:6
Un hombre, en efecto, es un medio de gran ganancia cuando va acompañada de contentamiento.



La Ley del Camión de Basura

Me subí a un taxi rumbo a la Estación Central del Ferrocarril y cuando íbamos por el carril de la derecha, por poco nos estrellamos con un carro que así de repente y de la nada salió como bólido de donde estaba estacionado.

El conductor del taxi en que iba alcanzó a frenar a todo lo que daba, el taxi se derrapó y por un pelo de rana casi le pegamos al auto que quedó frente a nosotros.

Después de esto, el conductor del OTRO auto, el tipo que casi causó el accidente, asomando la cabeza por la ventanilla comenzó a gritarnos una cantidad horrible de insultos y majaderías.

Todavía recuperándome del susto, lo que acabó de sacarme de mis casillas fue la actitud del chofer de mi taxi, quien en forma extremadamente amistosa y cortés le sonreía y saludaba con la mano al conductor del otro auto.

Yo estaba furioso y confundido, pero no me quedé con las ganas y le pregunté al chofer de mi taxi que por qué se ponía a sonreír y saludar al tipo que casi nos hizo chocar, arruinar su taxi y posiblemente hasta enviarnos al hospital.

Entonces, el taxista con voz pausada me contó lo que ahora yo llamo "La Ley del Camión de Basura".

Mire, me dijo: ¿Ve aquel camión de basura? Sí, le dije, ¿y eso qué tiene que ver?

-Pues, así como esos camiones de basura existen, hay muchas personas que van por la vida llenos de basura, frustración, rabia, y decepción.

Tan pronto como la basura se les va acumulando necesitan encontrar un lugar donde vaciarla, y si usted los deja seguramente le vaciarían su basura, sus frustraciones, sus rabias y sus decepciones. Por eso cuando alguien quiere vaciar su basura en mí, no me lo tomo personal; sino tan sólo sonrío, saludo, le deseo todo el bien del mundo y sigo mi camino. Hágalo usted también y le agradará el haberlo hecho, se lo garantizo.

A partir de ese día comencé a pensar qué tan a menudo permito que estos Camiones de Basura me atropellen; y me pregunto a mí mismo cuán a menudo recojo esa basura y la esparzo a otra gente en casa, en el trabajo o en la calle.

Así que me prometí que ya jamás lo iba a permitir. Comencé a ver camiones de basura y así como el niño de la película "El Sexto Sentido" decía que veía a los muertos, bueno ahora así yo veo a los Camiones de Basura. Veo la carga que traen, los veo que me quieren echar encima su basura, sus frustraciones, sus rabias y sus decepciones y tal y como el taxista me lo recomendó, no me lo tomo personal, tan sólo sonrío, saludo, les deseo lo mejor y sigo adelante.

Los buenos líderes saben que tienen que estar listos para su próxima reunión. Los buenos padres saben que tienen que recibir a sus hijos con besos y abrazos. Los líderes y los padres saben que tienen que estar física y mentalmente presentes y en su mejor estado para la gente que realmente es importante para ellos.

En resumen, la gente exitosa no permite que los Camiones de Basura absorban su día.

Prov.15:1
"La blanda respuesta quita la ira: Mas la palabra áspera hace subir el furor."

1 Tesalonicenses 5:16
Estad siempre gozosos.

Salmos 16:11
Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre.

Isaías 65:18
Más os gozaréis y os alegraréis para siempre en las cosas que yo he creado; porque he aquí que yo traigo alegría y gozo.




miércoles, 15 de octubre de 2014

"FLASH CARD

El cognitivismo es una escuela psicológica que se basa en la idea de que el hombre es el resultado de lo que piensa y de cómo piensa. Son las "cogniciones" o las ideas que alguien tiene de sí mismo, el mundo y los demás lo que influye en el sentir y el actuar. Así, por ejemplo, si uno cree que no tiene ningún valor, probablemente se sentirá desdichado y temeroso. Si por lo contrario, piensa que tiene recursos y fuerza interior, seguramente enfrentará las dificultades en forma positiva. Así, pues, quien percibe las cosas que le rodean como manejables o controlables, probablemente experi¬mentará confianza, buen ánimo y tranquilidad.
La terapia cognitiva tiene como objetivo desmantelar los pensamientos negativos y las creencias falsas o inadecuadas y construir una mentalidad positiva y optimista. En ese sentido, entre las técnicas que han desarrollado para esos fines está la "flash card". Es un método simple y efectivo, que cual¬quiera puede utilizar. ¿En qué consiste? Como su nombre lo dice es una tarjeta con una consigna que busca producir un impacto de cambiar los pensamientos y conductas disfuncionales. Por ejemplo, un señor muy perfeccionista y meticuloso, con una fuerte tendencia a "darle mil vueltas" a los problemas, comprendió que debía frenar esa tendencia exagerada a "darse tanta manija", porque eso lo paralizaba y le hacía perder mucho tiempo. Pero sucedía que cuando estaba envuelto en esos pensa¬mientos no se daba cuenta de parar, así que le resultó útil tener una "flash card" que decía, "¡Para! ¡Deja de pensar en eso! ¡Haced otra cosa!" Así que cuando empezaba a darse manija con algo, sacaba la tarjeta del bolsillo, la leía y cumplía la instrucción. Otra señora, con frecuentes crisis depresivas, que la ponían muy pesimista, cuando era víctima de esos malos pensamientos, leía una tarjeta que decía: "No seas pesimista. Piensa en positivo. ¡Mira el lado lindo de la vida!"
Hay evidencias que muestran la efectividad de darse instrucciones a sí mismo para cambiar conductas inadecuadas o pensamiento perturbadores, sin embargo, no hay una consigna universal válida para todo el mundo. Según los psicólogos cognitivos, cada uno tiene que encon-trar sus propias recetas, esto es, aquellas declaraciones que ayuden a reflexionar y tomar las medidas para modificar los comportamientos indeseados.
Hay una variante de la técnica "flash card", de uso popular entre grupos de cristianos, que se llama las "100 promesas de la Biblia". Es una pequeña caja con 100 tarjetas, cada una de las cuales tiene un texto bíblico que encierra una promesa, una exhortación o un mensaje de ayuda y estímulo. Por ejemplo, una de las tarjetas dice: "Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá"; en otra se lee: "todas las cosas son posibles para Dios". Esos "tesoros bíblicos", en lugar de autoinstrucciones son como prescripciones celestiales dictadas por el Psicólogo divino. He escuchado el testimonio de varias personas que las usan, contando experiencias notables de haber recibido inspiración, coraje y, en general, recursos valiosos para combatir el desánimo, descubrir la mejor solución a un problema o las fuerzas para enfrentar situaciones adversas. Es un procedimiento valioso para recibir un mensaje específico para situaciones concretas y definidas, además, de ser económico y práctico. A mi criterio es una manera beneficiosa de realizar la aventura del autodescubrimiento y de cultivar la salud mental y la salud espiritual para promover la alegría de vivir.
Dr. Mario Pereyra













 

EL SÍNDROME DE PETER PAN

“Alguno no llega jamás a ser hombre,
y sigue siendo rana, ardilla u hormiga.
Otro es hombre de medio cuerpo arriba, y el resto, pez.
Pero cada uno es un impulso de Dios hacia el hombre”.
Herman Hesse
En una afamada obra teatral de J.M.Barrie el protagonista principal es el célebre personaje Peter Pan (PP), el niño que no quería crecer y huye a la tierra del “Nunca Jamás”, en busca de diversiones sin fin y eterna juventud. Incapaz de enfrentar el dolor de la separación y el abandono, dice PP: “Si crecer duele así, yo no quiero saber nada con eso”. Elude, entonces, enfrentarse a sí mismo y al mundo externo refugiándose en el mítico país del “Nunca Jamás”, donde será niño eterno. El Dr. Dan Kiley, escoge esa figura para describir el cuadro que suele producirse en la adolescencia, consistente en resistir la vida adulta y tratar de retener la infancia. Esa actitud puede hacerse crónica, persistiendo en la adultez por medio de un patrón de comportamien¬tos caracterizado por la inmadurez afectiva.
En el mundo del desarrollo biogenético se conoce un fenómeno parecido a la negación del crecimiento humana con el nombre de “neotenia”. Se manifiesta en ciertos animales que conser-van las características larvarias durante todo su ciclo vital o quedan detenidos en estadios precoces del desarrollo. Son ejemplos de tales fenómenos los casos de evolución embrionaria retardada por factores ambientales adversos o casos como el del ojolote, un anfibio urodelo que realiza toda su vida en la fase de larva, sin experimentar metamorfosis alguna.
Según el Dr. Kiley hay ciertas características que presentan las personas y aún las familias de quienes tienden a quedar detenidos en el comportamiento infantil. “Los padres pertenecen, generalmente, a una clase socioeconómica de nivel medio y suelen no conformar una pareja consolidada. El hijo -Peter es varón- siente a su padre como alguien inalcanzable pero compite con él. El vínculo defectuoso paterno-filial puede llevar a quien padece este síndrome a caer en la droga. El sujeto PP tendrá dificultades en el amor porque le es difícil entregarse y comprometerse. El miedo a la libertad se relaciona con este síndrome, ya que tomar las riendas de la propia vida implica el riesgo de equivocarse, sin la posibilidad de tener a quien culpar por esta situación”.
Según el Dr. Kiley, el hombre PP, puede describirse en las siguientes diez características:
1) No es confiable, cuando más se lo necesita, desaparece;
2) Se olvida o dilata permanentemente las demandas o exigencias de la realidad;
3) Iracundo, tiene accesos de cólera cuando se ven frustrados sus deseos y fantasías;
4) Indefenso, parece abrumado por los problemas e incapacitado para resolverlos, frecuentemente recurre a la droga o al alcohol en busca de soluciones mágicas;
5) Digno de compasión, su debilidad mueve a los demás a prestarle ayuda;
6) Narcisista, sólo piensa en sí mismo, indiferente con los otros;
7) Sentimientos de culpa, parece arrepentido y deseoso de reparar los daños;
8) Dependiente emocional, reclama ayuda y se apoya en los otros;
9) Manipulador, nunca se sabe con certeza si es sincero o lo hace para conseguir sus fines egoístas;
10) Reservado, oculta sus sentimientos profundos con una apariencia de "muchachito juguetón".
Algunas características del Síndrome PP, se observa en muchas adolescentes y mujeres adultas, que se angustian intensamente cuando cumplen años y buscan mágicamente evitar la fecha o negar la edad. También se aprecia en personas adultas, de ambos sexos, especialmente cuando se acercan o atraviesan la frontera de los 40, que tratan de parecer jóvenes, vistiendo y actuando como adolescentes, adoptando gestos y comportamientos extemporáneos.
Un caso de SPP que tratamos recientemente fue el de Ricardo (44 años, casado, 2 hijos), quién después de varias experiencias traumáticas sufridas en internaciones penitenciarias y psiquiátricas, se distanció de su esposa, empezó a usar jeans, tenis de marca y remeras juveniles, empezando a salir con los hijos veinteañeros a bailes, fiestas, saunas y otros divertimentos del mismo estilo. En la necesidad de sentirse jovial y potente consumió cocaína y abusó del alcohol, además de conseguir una novia de 21 años, con la cual protagonizó un apasionado romance en diferentes escenarios turísticos del país. Por supuesto, los resultados fueron nefastos. Cuando la señora se enteró, cayó en una crisis depresiva que la obligó a internarse. El matrimonio de 25 años de convivencia se hizo añicos. Los hijos se enojaron con el padre por los dolores causados a la madre y lo abandonaron en medio de críticas y actos violentos. Entonces, Ricardo, culposo, angustiado, confundido, quedó atado a la droga y al alcohol, experimentando una situación de ambivalencia desgastante, al oscilar entre la esposa que buscaba recuperar y la amante que no deseaba abandonar. Así, Peter Pan, vive desgarrado entre el pasado deseado al cual se aferra y el futuro temido del cual huye.
El coraje de ser
“El desarrollo de todas nuestras facultades es el primer deber que tenemos
para con Dios y nuestros prójimos.
Nadie que no crezca diariamente en capacidad y utilidad,
Está cumpliendo el propósito de la vida”.
Elena de White (1960, 309)
Paul Tillich escribió un libro inspirador que tituló: "Ser es llegar a ser". Quiso significar que una persona no es únicamente el resultado de su historia, de lo sido hasta ese momento, sino, en mayor medida, de lo que quiere ser, de lo que aspira a lograr. Es posible que las experiencias de la vida o la educación de la infancia hayan construido creencias o pensamientos negativos, sin embargo, aún así el cambio es posible. Hay que aprender a ser todo lo que uno puede ser. Para ello es importante meditar, desarrollar al máximo nuestras aptitudes y recursos, descubrir el plan de Dios para mi vida. Es forzoso decir que el camino de la felicidad pasa por el desarrollo personal, por asumir una actitud realista, por aprender a dar y recibir en forma madura, amar a los demás sin olvidarse de uno mismo y depender del poder de Dios no de los hombres, porque se necesita ayuda divina para superar el Síndrome de Peter Pan.
En el Monte de las Olivas, Cristo hablando de su regreso a la tierra, narró aquella conocida pará-bola del patrón que teniendo que viajar lejos, entregó a sus empleados una cantidad de bienes. A uno le dio cinco, a otros dos y al último uno. Cuando regresó tiempo después, pidió cuenta de lo hecho con su dinero, felicitando a los dos primeros administradores porque habían multiplicado sus bienes, pero al tercero, que temeroso y cobarde había guardado el dinero sin usarlo, lo condenó al sufrimiento eterno. La lección enseña a cultivar las habilidades y “talentos”. Lo que no se usa se atrofia y por el contrario aquello que se ejercita crece. Comentando Elena de White (1960, 342) el tema, declara: “Dios nos tiene por responsables de todo lo que llegaríamos a ser por medio del uso debido de nuestros talentos. Seremos juzgados de acuerdo con lo que debiéramos haber hecho, pero no efectuamos por no haber usado nuestras facultades para glorificar a Dios”. Agrega que la ociosidad “es la mayor maldición que aflige a nuestro mundo”. Se refiere a la ociosidad de no asumir la propia existencia, en forma consciente y responsable, para cultivar la personalidad y desarrollar una vida productiva, fecunda y útil para Dios y nuestros allegados.
Considerando el carácter trascendente de este imperativo divino al crecimiento en todas las esferas del ser, ¿por qué, pues, no ser más perceptivos a las voces del cambio? ¿Por qué permanecer aferrados al ayer como víctimas del uniformismo conservador? ¿Por qué no aprovechar cada oportunidad para cultivarnos mentalmente y espiritualmente? ¿Por que no pedirle a Dios que nos de ideales, coraje y fe en el porvenir?

Por Dr. Mario Pereyra