Un hombre rico y
emprendedor se horrorizó cuando vio a un pescador tranquilamente recostado
junto a sus barca contemplando el mar y fumando apaciblemente su pipa después
de haber vendido el pescado.
-Por qué ? no has salido a pescar? le preguntó el hombre emprendedor.
-Porque ya he pescado bastante por hoy..¡ -respondió el apacible
pescador.
-Por qué? no pescas más de lo que necesitas?
-Insistió el industrial.
-Y qué iba a hacer con ello? -preguntó a su vez el pescador.
-Ganarías más dinero. Fue la respuesta. podrías poner un motor nuevo
que haría más potente a tu barca.
Y podrías ir a aguas más profundas y pescar más peces. Ganarías lo
suficiente para comprarte unas redes de nylon, con las que sacarías más peces
y más dinero. Pronto ganarías para tener dos barcas. Y hasta una verdadera
flota. Entonces serías rico y poderoso como yo.
-Y que haría entonces? -preguntó de nuevo el pescador.
-Podrías sentarte y disfrutar de la vida respondió el hombre
emprendedor.
-Y qué crees que estoy haciendo en este preciso momento? -respondió
sonriendo el apacible pescador.
¡eso es precisamente lo que hago!
Contentarse con la vida que Dios nos ha concedido es disfrutar la
mayor de las riquezas.
I Timoteo 6:6
Un hombre, en efecto, es un medio de gran ganancia cuando va acompañada de contentamiento. |
sábado, 18 de octubre de 2014
Disfrutar de la vida
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario