viernes, 30 de agosto de 2013

LA PRISIÓN



Dos hombres habían compartido injusta prisión
durante largo tiempo en donde recibieron
todo tipo de maltratos y humillaciones.

Una vez libres, volvieron a verse años después.
Uno de ellos preguntó al otro.

-¿Alguna vez te acuerdas con odio de los carceleros?

-Como olvidarlo, pero gracias a Dios ya superé  todo
-contestó-. ¿Y tú?

-Yo continúo odiándolos con todas mis fuerzas -respondió el otro.

Su amigo lo miró unos instantes, luego dijo:

-Lo siento por ti. Si eso es así,
significa que aún te tienen preso.

DESCONOCIDO

Reflexión:
Muchas veces se confunde el perdón con el olvido.  Perdonar no significa necesariamente olvidar. Perdonar no es olvidar, es recordar sin que nos pese o haga sentir mal...

martes, 20 de agosto de 2013

LOS 4 MONOS



Los profesores de comercio Gary Hamel y C. K. Prahalad han escrito sobre un experimento llevado a cabo con un grupo de monos. Es una historia real de fracaso.
Cuatro monos fueron puestos en un cuarto que tenía un gran palo en el centro. Suspendido de lo más alto del palo había un racimo de bananas.
Hambriento, uno de los monos empezó a subir por el palo para conseguir algo para comer, pero cuando estaba por alcanzar las bananas, se le lanzó un chorro de agua fría. Chillando, se bajó del palo y renunció a su intento de conseguir comida.
Los demás monos hicieron esfuerzos similares y cada uno fue bañado con agua fría. Después de varios intentos, finalmente se dieron por vencidos.
Entonces los investigadores sacaron del cuarto a uno de los monos y lo reemplazaron por otro. En el momento en que el recién llegado empezó a subir por el palo, los otros tres lo agarraron y lo bajaron.
Después de haber intentado subir por el palo varias veces y de ser bajado por los otros, él finalmente se dio por vencido y no volvió a intentar subir al palo otra vez.
Los investigadores reemplazaron a los tres monos originales, uno por uno, y cada vez ponían un mono nuevo, el que sería bajado del palo por los otros antes que pudiera llegar a las bananas.
Llegó el momento en que el cuarto estaba lleno de monos que nunca habían recibido una ducha de agua fría. Ninguno trató de subir por el palo, pero ninguno sabía por qué.
Desdichadamente, la gente que acostumbra fracasar es muy parecida a estos monos. Cometen el mismo error una vez tras otra, aunque nunca están seguros por qué. Y como resultado, nunca logran salir de lo que yo llamo la supercarretera del fracaso.


Gary Ámel and C. K. Parlad, Competing for the Future, Harvard Business School Press, Boston, 1994, pp. 51–52.
Maxwell, John C.: El Lado Positivo Del Fracaso; Failing Forward. Thomas Nelson, Inc., 2000; 2003, S. 61

Al orgullo le sigue la destrucción; a la altanería, el fracaso. Proverbios 16.18


EL ASNO, EL ANCIANO Y EL NIÑO



Esta historia la leí hace muchos años y me quedó muy grabada. De hecho, cada vez que alguien critica a alguien, me acuerdo de la misma.
Existen varias versiones de la misma, que puede ser considerada como cuento, historia, fábula, parábola o enseñanza. Pero el mensaje es uno solo y unívoco. 
Quería compartirla con ustedes para que, luego de leerla, reflexionen sobre la misma y saquen sus propias conclusiones.
Con ustedes, la historia de “El Asno, el Anciano y el Niño”
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"Había una vez un anciano y un niño que viajaban con un burro de pueblo en pueblo. Puesto que el asno estaba viejo, llegaron a una aldea caminando junto al animal, en vez de montarse en él. Al pasar por la calle principal, un grupo de niños se rió de ellos, gritando:

-¡Mirad qué par de tontos! Tienen un burro y, en lugar de montarlo, van los dos andando a su lado. Por lo menos, el viejo podría subirse al burro. 

Entonces el anciano se subió al burro y prosiguieron la marcha. Llegaron a otro pueblo y, al transitar entre las casas, algunas personas se llenaron de indignación cuando vieron al viejo sobre el burro y al niño caminando al lado. Entonces dijeron a viva voz:

-¡Parece mentira! ¡Qué desfachatez! El viejo sentado en el burro y el pobre niño caminando. 

Al salir del pueblo, el anciano y el niño intercambiaron sus puestos. Siguieron haciendo camino hasta llegar a otra aldea. Cuando la gente los vio, exclamaron escandalizados:

-¡Esto es verdaderamente intolerable! ¿Han visto algo semejante? El muchacho montado en el burro y el pobre anciano caminando a su lado. 

-¡Qué vergüenza! 

Puestas así las cosas, el viejo y el niño compartieron el burro. El fiel jumento llevaba ahora el cuerpo de ambos sobre su lomo. Cruzaron junto a un grupo de campesinos y éstos comenzaron a vociferar:

-¡Sinvergüenzas! ¿Es que no tienen corazón? ¡Van a reventar al pobre animal! 

Estando ya el burro exhausto, y siendo que aún faltaba mucho para llegar a destino, el anciano y el niño optaron entonces por cargar al flaco burro sobre sus hombros. De este modo llegaron al siguiente pueblo. La gente se apiñó alrededor de ellos. Entre las carcajadas, los pueblerinos se mofaban gritando:

-Nunca hemos visto gente tan boba. Tienen un burro y, en lugar de montarse sobre él, lo llevan a cuestas. ¡Esto sí que es bueno! ¡Qué par de tontos! 

La gente jamás había visto algo tan ridículo y empezó a seguirlos.

Al llegar a un puente, el ruido de la multitud asustó al animal que empezó a forcejear hasta librarse de las ataduras. Tanto hizo que rodó por el puente y cayó en el río. Cuando se repuso, nadó hasta la orilla y fue a buscar refugio en los montes cercanos.

El molinero, triste, se dio cuenta de que, en su afán por quedar bien con todos, había actuado sin el menor seso y, lo que es peor, había perdido a su querido burro”. 


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MORALEJA
Es imposible contentar a todo el mundo. Hagas lo que hagas, siempre habrá alguien que te critique, le molestará lo que hagas y lo que no hagas, si estas ó no estas. Todo depende de quien vengan las negatividades. 
Dios sobre todas las cosas, él te fortalecerá y una persona incondicional que estará contigo en las buenas y en la malas, sufrirá, llorará contigo tus cuitas y perplejidades. Aprende a vivir con ello.
Y si dudas, acuérdate de esta historia, como he aprendido y suelo hacer yo. Y notarás que tu vida se torna muy fácil...besosss!!!


Al fracaso lo precede la soberbia humana; a los honores los precede la humildad. Proverbios 18:12

viernes, 16 de agosto de 2013

LA MUJER MÁS FEA DEL MUNDO



Lizzie Velasquez padece un raro síndrome, tan desconocido que no hay un diagnóstico claro y sólo se conocen otros dos casos en todo el mundo.

Esta enfermedad le impide ganar peso, por lo que su aspecto físico es, literalmente, el de una persona en piel y huesos. Tiene 24 años y se dedica, como oradora motivacional, a dar conferencias -muchas de ellas en colegios e institutos- y a publicar libros, como su superventas Be beautiful, be you [Sé bella, sé tú misma].

Aquí recogemos una conferencia en la que explicó cómo se vio a sí misma retratada e insultada en un vídeo en internet, su reacción y su confianza en Dios para afrontar esa situación y las preguntas que le presenta su vida.

“Ese clic cambiaría mi vida”
“Estaba en casa, sentada ante el ordenador oyendo música en Youtube, y me di cuenta de que en la parte de la derecha, en los relacionados, había una foto que me resultó muy, muy familiar. Así que hice clic, sin saber que haciendo ese clic mi vida iba a cambiar completamente. Lo primero que vi fue mi imagen de cuando yo tenía once años, y el título de este vídeo era La mujer más fea.”

“¡Imaginen lo que es estar oyendo música tranquilamente y de repente encontrarse con tu propia foto y verte catalogada como la mujer más fea del mundo! Piensen cómo te puede hacer sentir eso. Imaginen luego que, después de ver ese terrible, terrible vídeo, ves que cuatro millones de personas lo ha visto. ¡Cuatro millones! Me sentí como si alguien me hubiese puesto ante la pantalla y me golpease una y otra vez, una y otra vez.”

“Seguí bajando por la pantalla y vi que había miles y miles y miles de comentarios. Me puse a leerlos uno tras otro. Y ¡ninguno! era positivo. ¡Ninguno! Estos comentarios me decían que le hiciese al mundo el favor de cortarme la cabeza, que saliese de casa con una bolsa en la cabeza porque si no la gente que viese mi casa se volvería ciega, otros me daban consejos sobre cómo suicidarme…”.

“Yo estaba en el instituto cuando vi esto. El vídeo me representaba cuando yo tenía once años, y eso se decía en el vídeo. Y yo no podía comprender cómo alguien, fuese cual fuese su edad, podía hacer esto, decir cosas tan, tan terribles, sin saber si alguna vez esa persona las iba a ver. Lloré hasta dejarme los ojos leyendo esos comentarios.”

“Que se sientan mal”
“Mis lágrimas se transformaron después en rabia. Me lavé la cara, me puse ante el teclado, y quería responder a todos y cada uno de los mensajes. No sabía qué iba a decirles, pero quería hacerles sentir mal, hacerles sentir mal por poner mi rostro en la pantalla y decir todas esas cosas horribles de alguien a quien ni siquiera conocían”.

“Pero luego me detuve y me di cuenta de que eso no valía para nada. ¿Qué ganaba con ponerme a su nivel? ¡Nada! Era empezar una batalla inacabable para no ganar nada. Así que no lo hice, y pasé un tiempo muy duro. Un tiempo muy duro, no les voy a mentir. Pero una tenue voz en mi cabeza, que yo sé que era Dios, me dijo: Déjalo pasar. Y es lo que hice. Fue muy duro para mí, muy difícil. Se lo dije a mis padres, que estaban en el jardín, y me dijeron: Sigue siendo tú misma. Y es lo que hice.”

“Seguí yendo al instituto, donde todo era maravilloso a pesar de este vídeo. Me gustaba encontrarme con la gente, me gustaba empezar cada día. Mi relación con Dios era mejor que nunca“.

“Me hiciste así por una razón”
“Dios, Tú me hiciste la mujer que soy por una razón. Tú me diste todas las luchas durante mi crecimiento para hacerme más fuerte. Tú me hiciste parecer diferente para que yo pueda ver una belleza que no es la que definen los medios de comunicación. Dios está actuando a través de mí para ayudarme a decirles algo”.

“Pero la única forma que tengo para cumplirlo, para continuar con ello el resto de mi vida, es mi fe, mi familia y mis amigos. La fe es lo primero en mi vida. Cuando pienso que Dios me dio el síndrome, antes lo veía como un cartel que decía Maldición, ahora veo lo que Dios me dio como un cartel sonriente y brillante que pone Bendición. Y siempre lo veré como una bendición.”

“Todos los porqués que me he preguntado, todos los “por qué yo”, “por qué me hiciste esto a mí”, tienen una respuesta. Y he aprendido a dejar de preguntarme por qué. Porque sé que Dios hace todo absolutamente todo por una razón, y tienes que rendirte y aceptarlo porque es Su voluntad, lo veas o no lo veas. ¡A veces te sorprendes tanto y dices: Gracias, Dios!”

“Cada vez que hago algo, lo hago entusiasmada, porque sé que Dios va a estar ahí para ayudarme, para levantarme cuando me caiga y para elevarme aún más alto. Y les voy a decir ahora, que si dejan de preguntarse por qué, y empiezan a decir “¡Gracias, Dios!”, obtendrán todas las respuestas.”

“Gracias por acogerme, por escuchar mi mensaje, y espero, espero de verdad, que sepan que Dios les puso aquí por una razón y quiere que compartan esa razón, sea cual sea”.

Que impactante testimonio de una mujer que sabe lo que es estar ubicada en el centro del propósito divino para su vida. Cuando estamos ubicados en Cristo nada ni nadie nos puede  mover.

La gente podrá señalarnos pero saber que nuestros pies están sobre la roca eterna nos hace vivir en plena seguridad.

“Él será la seguridad de tus tiempos, te dará en abundancia salvación, sabiduría y conocimiento; el temor del Señor será tu Tesoro”. Isaiás 33:6

“Acerquémonos, pues, a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe, interiormente purificados de una conciencia culpable y exteriormente lavados con agua pura”. Hebreos 10:22

Aprendamos de Lizzie Velasquez quién es una de las mujeres bellas del mundo.